TRASTORNOS DEL SUEÑO I
Comienzo una serie de entradas, centradas en el mundo de los trastornos del sueño con el objetivo de informar y ayudar a solucionar muchos de estos ya que es muy común sufrirlos al menos durante un periodo de la vida, generalmente sobre edades comprendidas entre los 5 y 25 años.
En la entrada de hoy el tema de debate, es la parálisis del sueño.
La parálisis del sueño es uno de los trastornos mas propensos a ser padecidos, por el estrés de la vida diaria, que está muy propagado en la actualidad.
Cuadro representativo del fenómeno
El fenómeno suele ocurrir al comienzo y al final de la etapa de descanso, es decir en los estados de semiconsciencia en los que no se está completamente dormido ni despierto. Se caracteriza por encontrarse repentinamente consciente de nuestro cuerpo y de nuestra situación(el lugar en el que estamos y que nos encontramos reposando), pero sentimos una fuerza de gran peso que nos oprime el pecho o la espalda(dependiendo de si dormimos boca arriba o boca abajo). De repente nos engulle una sensación de angustia que nos puede hacer gritar o mover el cuerpo(esto va a ser difícil), pero lo que tenemos que hacer es ser conscientes de nuestra respiración y posteriormente respirar dos veces profundamente, tras esto despertaremos de verdad y deberemos levantarnos del lugar de reposo para estirar un poco las piernas, avivar la circulación y evitar que nos vuelva a suceder al volver a conciliar el sueño. La parálisis de sueño puede ir acompañada de sensaciones de presencias en nuestra habitación, de alucinaciones visuales o de alucinaciones auditivas, pero se debe recordar, que en ningún caso es real. Muchas personas sufren repetidamente este fenómeno, porque atribuyen las sensaciones a seres sobrenaturales y esto les causa el estrés requerido para que a la noche siguiente les vuelva a ocurrir.
Son muchas y muy variadas las maneras de despertar de la parálisis de sueño, pero la citada anteriormente es la más recomendable para evitar volver a sufrir el fenómeno, de todas formas si la persona está tan nerviosa que no puede hacerlo, puede tratar de moverse repentinamente o recordar lo que ha leído y darse cuenta de que no es real y despertar.
Pasamos mucho tiempo durmiendo por lo que también es necesario tener una buena salud a nivel onírico para poder enfrentarnos a los retos reales que nos propone la vida, día a día.
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