martes, 13 de mayo de 2014

EL ENIGMA DE MOHENJO DARO

LA ENIGMÁTICA DESAPARICIÓN DE MOHENJO DARO

Mohenjo Daro fue una de las más avanzadas ciudades de toda la Edad Antigua, a la altura de las capitales de Mesopotamia o Egipto, y la más poblada de la cultura del Valle del Indo. Se encuentra en la actual Pakistán y fue habitada desde principios del III milenio a.C. 

En la etapa de mayor esplendor, esta ciudad superó con creces los 35.000 habitantes y contaba con un avanzado sistema de alcantarillado, un gran granero, baños comunes, muros fortificados y miles de viviendas de entre 50 y 150 metros cuadrados de superficie. Sin embargo, hacia el año 1.600 a.C. , la metrópolis fue repentinamente abandonada y cayó en el olvido. 

Estatua de piedra de un rey o sacerdote, hallado en Mohenjo Daro

No fue hasta la década de 1920 cuando el arqueólogo John Marshall se topó con las ruinas de dicha antigua gran ciudad. Este quiso desvelar los secretos que la ciudad llevaba escondiendo, milenios tras milenios, y organizó el inicio de las excavaciones. A medida que desenterraban los vestigios de una sobresaliente civilización, en el interior de las edificaciones hallaron un insólito número de sellos de arcilla (solo en un almacén, el número excedió los 2.000) que los antiguos pobladores emplearon a modo de escritura. En total, se han contado 400 símbolos diferentes, evidenciando así el grado de complejidad de la lengua de esta cultura.
Los sellos de la escritura del Indo muestran ciertas semejanzas entre sí. En primer lugar, la mayoría no excede los cuatro o cinco dibujos por sello. En lo referente a estos símbolos, representan posiciones corporales, animales reales o ficticios, o signos lingüísticos elementales, como las escrituras griega o china. 

Sello de arcilla. Abajo, un rinoceronte, encima, una pequeña inscripción en el idioma del Indo.
Sello de una ficticia criatura bicéfala con cuernos.

Cientos de científicos han tratado de descifrar el que ya se ha convertido en uno de los enigmas más populares de la arqueología, el denominado idioma protoíndico, pero hasta el momento no se ha llegado a ninguna solución válida. El tiempo transcurrido, sumado al hecho de que se puede tratar de una lengua proveniente de otra también desconocida, hacen del desciframiento una tarea prácticamente imposible. Pero, como dicen, lo difícil atrae y lo imposible obsesiona, y nos mantendremos a la espera de que cualquier día se produzca un nuevo hallazgo que permita dar un primer paso en este proceso y poder interpretar con éxito qué querían decir estos millares de sellos de arcilla.

Ruinas desenterradas de Mohenjo Daro

Por último, y para proporcionar más categoría al misterio del desconocido lenguaje del Valle del Indo, resultan insólitas las semejanzas existentes entre estos símbolos y los de la escritura de Isla de Pascua... 
¡¡A más de 20.000 kilómetros de distancia!! Observen y juzguen ustedes.

Similitudes más que escandalosas entre una escritura y otra.
¿Hubo un orígen, u otro suceso en común, capaz de  explicar esta "coincidencia"?

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