RÍOS AURÍFEROS

LOS RÍOS AURÍFEROS

En primer lugar, hemos de conocer un principio, un dogma de la geología: la Tierra es heterogénea. De esta forma, podemos afirmar que es posible encontrar oro en cualquier parte del planeta. Por tanto, a la hora de buscar  un arroyo que contenga oro, la pregunta no debe ser "¿Qué ríos llevan oro?", si no "¿En qué ríos es más probable la obtención de una mayor cantidad de este preciado mineral?"

La respuesta es clara: en aquellos que  reúnan más condiciones para que llegue y se deposite el oro formado en los distintos procesos geológicos de la Tierra.
El oro, como cualquier otro mineral natural, se forma a determinadas condiciones de presión y temperatura, que solo se dan en áreas del interior terrestre. Con el paso del tiempo, fenómenos tales como la erosión o los movimientos sísmicos pueden favorecer el afloramiento del oro nativo. Una vez haga presencia en la superficie, esta masa de oro se fragmentará lenta pero constantemente, de nuevo objeto de la erosión (lluvia, el curso de un río etc.) y cabe la posibilidad de que estas pequeñas pepitas lleguen a un río o arroyo, en el que podamos proceder a su extracción.

Formación y erosión de los filones de oro

Pero este tipo de procesos suceden en algunos ríos y en otros no. Debemos informarnos y dirigirnos a los ríos auríferos de nuestra zona, donde sepamos que hubo, hay o puede haber oro cerca de la superficie. Documentarse bien puede ser mucho menos laborioso que pasar horas y horas buscando en un río no aurífero. Aunque, si cerca de su localidad hay algún río y quiere probar suerte, a continuación le ofreceremos unas pautas para buscar en los ríos auríferos o sospechosos de ser auríferos:

1- En los ríos hay zonas donde podremos encontrar oro y otras en las que no. Corriente abajo de la mena sí hallaremos el oro, mientras que arriba será imposible, porque la corriente arrastra el oro... Pura física. Hemos de tomar muestras hasta dar con la zona donde se encuentra el yacimiento.

2- De igual manera, el oro se depositará en aquellas zonas donde la corriente pase de ser rápida a lenta (ya que entonces no tendrá suficiente fuerza para transportar este y otros minerales) o zonas que lo "atrapen". Estas zonas son la parte interior de los meandros o las zonas con escasa pendiente, donde el río discurre a menor velocidad (y se forman lechos rocosos ¡Muy propicios a contener oro!). Por otra parte, ejemplos de estos "obstáculos" son raíces de árboles de la orilla, grietas, pequeñas cascadas o grandes rocas que bloqueen las pepitas. Otro dato importante es que el oro cuenta con un elevado peso específico y, por tanto, una gran densidad, que provoca que se encuentre en el estrato más inferior posible, justo antes del substrato más consistente.

Pepitas extraídas con ayuda de detector de metales

3- La presencia de oro suele ir asociada al cuarzo. Se forman en condiciones idénticas,  frecuentemente se hallan piedras de cuarzo con venas o pepitas de oro, muy preciadas.

4- La "Arena negra", minerales de erosión de montañas de origen volcánico, es un factor importantísimo a tener en cuenta a la hora de buscar oro, ya que estas suelen contener pepitas o lentejas de oro, u otros preciados minerales. Donde haya arena negra la probabilidad de éxito será mucho mayor. Esta se acumula en las grietas o lechos rocosos de los arroyos formados próximos a sistemas montañosos de origen volcánico.

Representación de la arena negra, junto con oro, en el lecho rocoso de un río.

El método artesanal más popular para obtener oro en un río aurífero es el bateo. Consiste en sumergir un plato hondo en un arroyo o río, llenándolo de arena, para luego desechar por agitación o con la mano la grava para poder recoger las posibles "lentejas" o pepitas de oro. Se trata de un proceso sencillo, pero muy laborioso,  además no es un método muy eficaz. En una jornada ordinaria se puede alcanzar los 2-3 gramos de oro. Sin embargo, un método actual, que nos asegurará más eficacia y menos esfuerzo es el uso de un detector de metales, ideal para buscar en los lechos de rocas, obstáculos o en cualquiera de las zonas citadas anteriormente como "sospechosas" de albergar muestras de oro u otros valiosos minerales.

Hombre bateando arena en busca de oro